"Pongámonos un poco serios, imagínate la noche más fría del mes más aburrido, en la hora nocturna más peligrosa, tenemos ubicación, eso esta bien, ahora vamos por los actores, siendo tu relato, vas a un encuentro semi improvisado, medio ebrio, con ideas raras en tu mente, como si nada previo o posterior a eso interesase, vas esquivando ventarrones, pasar como un transeúnte despabilado birlando patrulleros en el corazón de la luna, armado con una navaja, un revólver del 38 con el tambor lleno, miras el cielo plateado y respirando pensarás: "Hoy será una noche tranquila".
Eso quisieras...
15 minutos después, nos vemos ahí, en la intersección de una calle familiar, a metros de nuestro único momento de ira, complaciéndonos al alma egoísta y sincera, llevando a cabo una misión frente al cuadro más viejo y conocido, entre sentimientos licuados y preguntas de antaño, frente a nosotros tres, estaba la duda.
El presente ella, el pasado él y el futuro yo... imagínate, ese momento, no pienses que rescatabas a una princesa del temible dragón, acá no hay caballeros de brillante armadura, no, viejo, los héroes no existen, puedo darte cátedra(sin fanfarronear) sobre los posibles desenlaces de tal argumento, todos tragicómicos, técnicamente, pues bien, ahí nos tenemos, los tres reunidos... el diablo, la parka y la demonio, todos nosotros con objetivos bien marcados... de por medio, la venganza como tópico de reunión, no es un panorama alentador, lo sé... claro que hubiera terminado mal... todo, todillo, pero yo tenía una razón para volver tranquilamente a mi casa, había alguien más a quien realmente debo proteger. Esa razón hizo que jactara e ignorara todo lo acontecido aun si fuese el espectáculo más lúgubre y patético del mundo, y es que en realidad... a la calidad de mi pesar, lo era.
Cabe rescatar que luego de tanta maraña y tanteo de cosas sin resolver, todo tiene su punto final.
Hemos sabido in petto cuando algo finaliza, este era uno de esos momentos. Solo un frío recuerdo de como podemos terminar algo que debímos hace tiempo, con razón y corazón. Plenitud del alma.
Esa noche, ninguno tuvo un buen pensamiento, de eso estoy seguro, solo éramos animales, seres instintivos cuyo accionar se debía a tonteras biológicas, esa noche fuimos reducidos a tres bestias."