Intento N°7: El "casi" imposible en acción
En la tragicómica del dramaturgo clásico, recuerdo a los griegos deleitarse de espectaculares actuaciones instruidas por sus primeros actores de gran pasión, llenos de alentadoras historias con grandes enseñanzas que hoy por hoy, perduran(o abundan) en la actualidad, simple como eso, era obvio que la ficción es aplacada por la realidad y hasta la supera de formas horripilantes, nefastas y hasta "geniales" si se quiera. Pero, ¿dónde se encuentra la diferencia tácita entre lo real y lo actuado?, es simple, la verdadera legitimidad del problema, entre la falsa preocupación y la real preocupación... uno sabe perfectamente cual elegir... entonces, prosigamos al siguiente tramo.
-Momento, ¿cómo "todo se arregló"?, no me explicaste nada de como se solucionó todo con Jeremías y además, ¿qué pasó con Sharlod?
Kevin y yo nuevamente en el banco del parque aledaño a nuestra escuela, al siguiente día, en nuestra mañana otoñal le comentaba los hechos de la excelente travesía nocturna, eran alrededor de las 8 am, básicamente no había dormido nada, pero el excedente de adrenalina aun contenida sin usar bastó para mantener mi mente funcionando al 110%.
-Bueno, bueno, a ver, vamos de nuevo, pero con más detalles...
-Por favor. -Kevin se acomodó como si de una película se tratara.
Lo siguiente ocurrió entre las 12 am y la 1 am. Aun en la ferretería nos dirigíamos al auto para volver al colegio, tanto Kowalski como yo intentábamos resolver un asuntillo del pasado, Bianca solo se quejaba por el hambre y la poca atención hospitalaria. En eso, algo se me ocurrió preguntarle.
-Jere, momento, tengo una pregunta.
-Dispara.
-Qué gracioso... no, mirá, ahora que sabemos bien sobre lo que está pasando, ¿qué harás con el "informante"? -En eso, un fuerte estruendo reboza del fondo, lastimando nuestros oídos, miré detenidamente a Kowalski en espera de una excelente respuesta.
-Justamente los muchachos harán horas extras hoy, y como ya sabrás, ese tema ya se resolvió. -Antes que dijera más, Bianca preguntó.
-¿Y ese sonido? Parece un martillazo, ¿trabajan tan tarde ustedes? -Tanto Kowaslki como yo la observamos con cara de asombro... como si realmente no supiera lo que pasó segundos atrás, solo atinó a responderle:
-Son muy diligentes, bah, son apasionados de su trabajo...
Ya en camino y luego de comprarle comida a Bianca, nos faltaba un tramo corto, vi el cielo nublarse poco a poco, la brisa ligera aumentaba, el ambiente se crispaba de electrones y ese flujo ambiental podía sentirse metro a metro.
Dentro del colegio, encaminábamos al edificio antiguo y frente a la puerta de nuestro "salón de experimientos", Jere pronunció unas palabras de aliento.
-Espero tengas fe porque paciencia no tengo...
Eso fue todo.
Abrimos la puerta, una corriente de aire amainaba las hojas de papel, envolturas de caramelos, cortinas amarillas, entreabierta la ventana se podía apreciar la luz natural de la luna que inundaba la habitación de brillo plata, las sillas desparramadas y un caos que reinaba en cada de rincón con un "popurri" de materiales varios(entre los que se destacaban un osito de peluche muy particular, un albúm de fotos antiguo y un arco compuesto con su carcaj de flechas). Jeremías, escaneando como un drón, husmeó cuanto pudo con sus ojos y frente a tanta barbarie de cosas, vocifero "pero acá no hay un carajo, Arsen, ¿cómo es el asunto?" mientras me miraba, asentí con la cabeza, me moví por el cuarto acercándome al cajón del escritorio, saque un paquete de caramelos y proseguí como todo buen marqués de etiqueta, a degustar. Detecte fulminante la mirada de Kowalski frente a mi serenidad, solo lo hacía molestar un poquito más(cosa que me parecía genial), que reciba un poco de su mescolanza altanera, no obstante, reparé de inmediato ya que cuando me acomodé en la silla simulando ser "el jefe" bufó a refunfuño y esa ceña arqueada se pudo admirar con claridad, continué el acto:
-Puesto que mi tierna compañera esta comiendo sus papas fritas, proseguiré ahora mismo con el "asunto", señor Kowalski, sea tan amable de tomar asiento, cerrar la maldita boca y escuchar con atención. -si bien estaba mi pescuezo en juego(y quizás también el de Bianca) un poco de suspenso no vendría mal a la tesis por remitir a este hijo de Abraham. Jeremías no se hizo esperar.
-Tadeo...
-Te dije que me escucharas, luego hace lo que te venga en gana.
-A ver...
-Bueno, desde lo que sé, y vos sabes, tomando nota de los rastrillajes, las expediciones y las búsquedas realizadas, las pistas nos indican que pareciera que la tierra se la tragó causando revuelo en todos lados, autoridades locales, escolares y, claro está, ustedes. Ahora bien, hasta acá todo excelente, aunque según mis apreciaciones -saque otro caramelo- algo se les pasó de largo.
-Momento, ¿entonces quién la raptó se la llevo a un lugar bien lejos? -Bianca, que había terminado de comer(o cenar) arremetía con preguntas, una metiche. Jere, le siguió.
-Claro, ya es tarde, ¿a eso te referís?
-No dije que la raptaran en ningún momento, déjenme hablar ¿no? -bufando a duo callaron- la cosa es simple: si no se encontró en ningún lado es porque desapareció con magia o bien... nunca se fue del lugar.
Kowalski abrió los ojos, se apoltronó cómodamente en uno de los sofás de lectura, llevó su ceñida mano al apoyo de su mandíbula y tirando una sonrisita provocadora entraba al juego de nuevo:
-¿En qué te basas?
-Disculpen, hace frío, cerra la ventana. -Bianca no callaba.
-¿Acaso el aire acondicionado no funcionaba? -Replicó Jere.
-Ya fue, me tapo con esta frazada, esta un poco quemada pero con este frío cualquier cosa viene bien...
Tanto Jeremías como yo cruzamos cómplices miradas, luego retomé la charla.
-En fin, tengo pistas que prueban el valor de mi hipótesis, procederé a exponer si no les molesta.
-Proceda. -dijo Bianca refregándose las manos cual ritual de mosca.
-Primero que nada, el rehén que atrapaste.
-¿El rubio alto?
-Ese mismo, fíjense que ellos volvieron a buscar, ¿lo atrapaste cerca del instituto?
-¿Cómo sabías?
-Ellos, Kowalski, se nos adelantaron, sabían de antemano que no pudo irse lejos, por lo tanto no descartaron este lugar como punto de búsqueda. No se porque lo mandaste a "dormir" pero es seguro que no te dijo "la posta", sino hubiéramos llegado acá mucho antes... -El niño judío, cuya vista extraña calmó, solo atinó a decir:
-¿Y?
-Y que sabían probablemente que no se había ido de la escuela, por eso estuvieron aquí seguro más veces que todos. La segunda pista, el gato negro.
-¿Gato negro?
-Sí, Watson.
-Me llamo Jeremías...
-No, pelotudo, ese es el nombre del gato, la mascota de Sharlod.
-Ah, ¿me das unos caramelos?
-Adelante, chabón.
-Gracias.
-¿Y yo, Tadeo?
-Vos morite, gorda.
-¿QUÉ?¡¿CÓMO GORDA?!
-Era broma agarra un par, dale, Bianca. Como decía, el gato negro es la razón por la cual Sharlod no quería abandonar este sitio cuando búscaba, además, ella nos pidió ayuda para encontrarlo, lo cual cumplimos con el cometido y hallamos al bicho en cuestión(casi sin esfuerzo). El punto fuerte de todo esto está ahí. -Y señale a la izquierda de Kowalski.
-¿Yo que hice?
-NO!, Vos no, idiota, a tu izquierda... -entre una acumulación de libros, sobre uno de los pupitres, se erigía una manifestación felina, de un total oscuro pelaje sombreado por la luz plata, se observaban orgullosos colmillos blanquecinos, bigotes largos, ojos verdosos fulgurantes por sus iris luminosos y actitud de fiero león. Ni lento, ni rápido, Jere siguió.
-¿Y este gato gordo?
-Es Watson, la mascota de Sharlod. -Bianca retrocedió unos pasos al percatarse de la presencia gatuna. -No le digas gordo, che.
-¿Se va a ofender acaso?
-Tiene sentimientos.
-Es solo un gato gordo y negro, ¡ni siquiera puede hablar...!
-¡¡¡Disculpate ahora!!!
-Estas loco, Tadeo, dejate de joder y...
-BASTA! Chicos, por favor, ¿podemos continuar con el tema de Sharlod? -Bianca estaba nerviosa.
-Okey, como decía el gato nos conduce a la siguiente pista: El día del rescate. En esa ocasión noté los múltiples desmayos de Sharlod, un aparente producto de la anemia... o eso pensé, cuando en realidad no era así.
-¿Cómo?¿y qué tenía? -ambos preguntaron al unísono casi.
-Narcolepsia.
-¿Narcoque?
-Es una enfermedad donde la persona tiene jornadas de sueño inmediatas involuntarias diurnas, no tiene cura aunque sí tratamiento. Es la causa por la cual Sharlod faltaba reiteradas veces al colegio, es la razón por la cual padecía un estado permanente de somnolencia y falta de atención haciéndola completamente vulnerable a todo tipo de situaciones. Es por este punto que TODO el colegio la vigilaba y controlaba, perfecto. Entonces solo me resta decir que Sharlod NUNCA salió del instituto, esa es mi certeza.
Expectantes, ambos recorrían mi rostro con miradas vagas, desafiantes, petulantes y solo luego de unos instantes, derrogaron en preguntar "¿dónde está Sharlod?". Nuevamente, Bianca friolenta, se rebatía la frazada cubriendo casi todo su semblante, al mismo momento que se quejaba.
-Tadeo, el aire no funciona, ¿con quién hay que hablar para que vengan a arreglarlo?
-Si lo hubieran arreglado estaríamos muy jodidos...
-¿Por qué? Nos morimos de frío, tarado.
-Bueno, y finalmente -dije algo inquieto- la prueba más factible de todas. El frío es la clave de esto.
-Cinco minutos, Arsen, quiero que recuerdes que soy un hombre de palabra. -Y diciendo esto, hizo un gesto con la mano muy particular que reconocí fácilmente, Kowalski tuvo ojos de empresario en ese momento, había que tener tacto para tratar con el rey de los idiotas.
En ello, un rumor proveniente de la puerta increpó en la charla, observábamos todos asombrados a quien no esperábamos, en eso saqué a relucir mis ideas. El semblante oscuro tras la puerta tomó forma de Lily, la reportera.
-Muy bien -dije- ahora que estamos reunidos verán como se resuelve esto en instantes. Lily, gracias por acudir a mi mensaje, te prometo una excelente nota para el diario. -Lily, acercándose a mí, se posó en uno de los pupitres con cara de pocos amigos, cruzo sus delicadas piernas contorneando la pollera a cuadros azul marina, de su morral sacó un anotador de dura tapa y girando su lapicera, graznó: "Más te vale que sea buena, Arsen..." e hizo su pausa indefinida, se saludó con el resto, yo proseguí. Empuje el escritorio hasta arrinconarlo a un extremo del aula, me paré sobre él, con voz enérgica y levantando las manos agregué:
-Damas y caballeros, con ustedes... Sharlod!!!
Destapando la rendija del ducto de aire, se divisó un delicado cuerpo pequeño sobre unas mantas acolchonadas, el público de pie se dirigió al encuentro y en ello la figura de Sharlod dormida apareció. La estupefacción duro escasos segundos, preguntas emergieron del éter, pero al abrir la boca no emitieron sonido, solo eran ojos de asombro...
Quizás, de admiración(sabemos que no, pero soñar es gratis). Decidir romper el silencio.
-Como sabrán, supongo que tienen varias preguntas del razonamiento genial que tengo, así que pueden preguntar de a uno por favor...
-Callate, Tadeo, ¿qué me importa? Sharlod apareció, a nadie le interesan los detalles.
-Siempre jodida vos, Bianca, hace un rato tenías miedo y ahora decís que note importa... "mujeres".
-Por eso mi padre se mató!!! -Kowalski se reía estrepitosamente luego de añadir eso, y es que con justa causa, era real la declaración del avaro niño.
-Basta, yo vine a trabajar acá, vos, Arsen, ¿cómo lo hiciste?
-Para, Lily, calmate un poco, te comento que un trato es un trato. -Le hice un gesto con la mano.
-Adelante, estoy segura que me voy a arrepentir.
-Perfecto, primero explico, luego arreglamos lo otro, es casi contado con los dedos las veces que tuve encuentros con esta "cosa que llaman genio", y es notorio que la mayoría(por no decir todas) fueron en el colegio, pero jamás me percate de algo insignificante, de esto mismo -entre la pila de cosas varias, saque una caja de herramientas, la expuse frente a la mesa.
-No entiendo. -Dijo Jere.
-Obvio que no, el aire acondicionado nunca funcionó y nunca se arreglaría porque fue saboteado a propósito, el día que comencé a pasar las horas aquí noté el salón con más cosas, cada vez más chucherías cuyos dueños no eran Bianca ni quien les habla, y en efecto, alguien aparte de nosotros lo seguía usando como almacén. El momento en que Sharlod apagó las llamas de mi hombro con la frazada fue cuando me avivé, ese artículo nunca lo vimos ni lo tuvimos en cuenta, la niña genio lo había sacado de uno de los muebles por ende sabía de su existencia y ubicación... ella estuvo aquí antes que Bianca y yo.
-Es verdad, -agregó Bianca- nunca vi esa frazada.
-¿Me estás diciendo que Sharlod trajo estas cosas?
-Elemental, mi querido Jeremías. -y diciendo esto acaricie al oscuro minino en la la barbilla, continué. -La razón es obvia, ella vive aquí, más preciso en el ducto de ventilación averiado, para una genio no es complicado desactivar un sistema simple como estos trastos, eso también explica porque estaba acá cuando la atacaron, y les digo un plus, ¿recuerdan esos rumores de fantasmas entre los pasillos? Bien, aquí tienen también la respuesta. -Entonces todos observaron a Sharlod como reproduciendo imágenes deambulantes del minúsculo semblante entre tinieblas lineales vestida con lo mínimo(claro, al menos yo lo dilucí así...).
-Interesante, muy interesante, entonces ¿es todo?
-Me gustaría decir que sí pero faltan detalles, Lily, aun quedaron cabos sueltos, Kowalski, sacame la duda, ¿por qué una niña viviría en un colegio con un gato negro?
-No sé, ¿es aprendiz de hechicera? -Jeremías se rió.
-Te pregunto algo más preciso, ¿desde cuando sabes que ella vive acá? -La sonrisa de Kowalski se convirtió a la brevedad en filosos ojos serios, redondeó su boca con las yemas de sus dedos, sus cejas arqueadas retomaron fuerza. Lily lo observaba sorprendida como si la hubiera traicionado la memoria.
-Tadeo Arsen, -una mirada furtiva clavada en mí colisionó- hay asuntos con un principio y un fin, este mismo terminó, lo hiciste dentro del tiempo establecido y por ello te felicito, siempre te gustó jugar entre las líneas del destino, realmente la vida te importa poco y te un consejo: "no seas un asunto con fin", ¿puede ser? Es delicioso ver como te las arreglas para zafar siempre, asegúrate de que esa suerte tuya perdure, con su permiso señoritas, me retiro a llamar al padre de Sharlod para darle las buenas nuevas. -Dicho esto, se dirigió a la puerta, no sin antes darle otras preguntas.
-El director, los Holmes y vos, esconden algo, ¿verdad?¿qué buscan con Sharlod?¿qué pasa con ella?
-Te dije que hasta acá llegamo', felicitaciones por el hallazgo...
La puerta se cerró, Bianca y Lily quedaron congeladas por el frío polar de esas palabras, entonces estaba todo dicho y hecho, sin embargo debía hacer algunas cosas más.
-Lily, esto útlimo, ¿ya sabes, no?
-Sí, Tadeo, okey, me lo guardo.
-Y sobre nuestro asunto pendiente, es hora de pagar...
Continuará.
Kevin y yo nuevamente en el banco del parque aledaño a nuestra escuela, al siguiente día, en nuestra mañana otoñal le comentaba los hechos de la excelente travesía nocturna, eran alrededor de las 8 am, básicamente no había dormido nada, pero el excedente de adrenalina aun contenida sin usar bastó para mantener mi mente funcionando al 110%.
-Bueno, bueno, a ver, vamos de nuevo, pero con más detalles...
-Por favor. -Kevin se acomodó como si de una película se tratara.
Lo siguiente ocurrió entre las 12 am y la 1 am. Aun en la ferretería nos dirigíamos al auto para volver al colegio, tanto Kowalski como yo intentábamos resolver un asuntillo del pasado, Bianca solo se quejaba por el hambre y la poca atención hospitalaria. En eso, algo se me ocurrió preguntarle.
-Jere, momento, tengo una pregunta.
-Dispara.
-Qué gracioso... no, mirá, ahora que sabemos bien sobre lo que está pasando, ¿qué harás con el "informante"? -En eso, un fuerte estruendo reboza del fondo, lastimando nuestros oídos, miré detenidamente a Kowalski en espera de una excelente respuesta.
-Justamente los muchachos harán horas extras hoy, y como ya sabrás, ese tema ya se resolvió. -Antes que dijera más, Bianca preguntó.
-¿Y ese sonido? Parece un martillazo, ¿trabajan tan tarde ustedes? -Tanto Kowaslki como yo la observamos con cara de asombro... como si realmente no supiera lo que pasó segundos atrás, solo atinó a responderle:
-Son muy diligentes, bah, son apasionados de su trabajo...
Ya en camino y luego de comprarle comida a Bianca, nos faltaba un tramo corto, vi el cielo nublarse poco a poco, la brisa ligera aumentaba, el ambiente se crispaba de electrones y ese flujo ambiental podía sentirse metro a metro.
Dentro del colegio, encaminábamos al edificio antiguo y frente a la puerta de nuestro "salón de experimientos", Jere pronunció unas palabras de aliento.
-Espero tengas fe porque paciencia no tengo...
Eso fue todo.
Abrimos la puerta, una corriente de aire amainaba las hojas de papel, envolturas de caramelos, cortinas amarillas, entreabierta la ventana se podía apreciar la luz natural de la luna que inundaba la habitación de brillo plata, las sillas desparramadas y un caos que reinaba en cada de rincón con un "popurri" de materiales varios(entre los que se destacaban un osito de peluche muy particular, un albúm de fotos antiguo y un arco compuesto con su carcaj de flechas). Jeremías, escaneando como un drón, husmeó cuanto pudo con sus ojos y frente a tanta barbarie de cosas, vocifero "pero acá no hay un carajo, Arsen, ¿cómo es el asunto?" mientras me miraba, asentí con la cabeza, me moví por el cuarto acercándome al cajón del escritorio, saque un paquete de caramelos y proseguí como todo buen marqués de etiqueta, a degustar. Detecte fulminante la mirada de Kowalski frente a mi serenidad, solo lo hacía molestar un poquito más(cosa que me parecía genial), que reciba un poco de su mescolanza altanera, no obstante, reparé de inmediato ya que cuando me acomodé en la silla simulando ser "el jefe" bufó a refunfuño y esa ceña arqueada se pudo admirar con claridad, continué el acto:
-Puesto que mi tierna compañera esta comiendo sus papas fritas, proseguiré ahora mismo con el "asunto", señor Kowalski, sea tan amable de tomar asiento, cerrar la maldita boca y escuchar con atención. -si bien estaba mi pescuezo en juego(y quizás también el de Bianca) un poco de suspenso no vendría mal a la tesis por remitir a este hijo de Abraham. Jeremías no se hizo esperar.
-Tadeo...
-Te dije que me escucharas, luego hace lo que te venga en gana.
-A ver...
-Bueno, desde lo que sé, y vos sabes, tomando nota de los rastrillajes, las expediciones y las búsquedas realizadas, las pistas nos indican que pareciera que la tierra se la tragó causando revuelo en todos lados, autoridades locales, escolares y, claro está, ustedes. Ahora bien, hasta acá todo excelente, aunque según mis apreciaciones -saque otro caramelo- algo se les pasó de largo.
-Momento, ¿entonces quién la raptó se la llevo a un lugar bien lejos? -Bianca, que había terminado de comer(o cenar) arremetía con preguntas, una metiche. Jere, le siguió.
-Claro, ya es tarde, ¿a eso te referís?
-No dije que la raptaran en ningún momento, déjenme hablar ¿no? -bufando a duo callaron- la cosa es simple: si no se encontró en ningún lado es porque desapareció con magia o bien... nunca se fue del lugar.
Kowalski abrió los ojos, se apoltronó cómodamente en uno de los sofás de lectura, llevó su ceñida mano al apoyo de su mandíbula y tirando una sonrisita provocadora entraba al juego de nuevo:
-¿En qué te basas?
-Disculpen, hace frío, cerra la ventana. -Bianca no callaba.
-¿Acaso el aire acondicionado no funcionaba? -Replicó Jere.
-Ya fue, me tapo con esta frazada, esta un poco quemada pero con este frío cualquier cosa viene bien...
Tanto Jeremías como yo cruzamos cómplices miradas, luego retomé la charla.
-En fin, tengo pistas que prueban el valor de mi hipótesis, procederé a exponer si no les molesta.
-Proceda. -dijo Bianca refregándose las manos cual ritual de mosca.
-Primero que nada, el rehén que atrapaste.
-¿El rubio alto?
-Ese mismo, fíjense que ellos volvieron a buscar, ¿lo atrapaste cerca del instituto?
-¿Cómo sabías?
-Ellos, Kowalski, se nos adelantaron, sabían de antemano que no pudo irse lejos, por lo tanto no descartaron este lugar como punto de búsqueda. No se porque lo mandaste a "dormir" pero es seguro que no te dijo "la posta", sino hubiéramos llegado acá mucho antes... -El niño judío, cuya vista extraña calmó, solo atinó a decir:
-¿Y?
-Y que sabían probablemente que no se había ido de la escuela, por eso estuvieron aquí seguro más veces que todos. La segunda pista, el gato negro.
-¿Gato negro?
-Sí, Watson.
-Me llamo Jeremías...
-No, pelotudo, ese es el nombre del gato, la mascota de Sharlod.
-Ah, ¿me das unos caramelos?
-Adelante, chabón.
-Gracias.
-¿Y yo, Tadeo?
-Vos morite, gorda.
-¿QUÉ?¡¿CÓMO GORDA?!
-Era broma agarra un par, dale, Bianca. Como decía, el gato negro es la razón por la cual Sharlod no quería abandonar este sitio cuando búscaba, además, ella nos pidió ayuda para encontrarlo, lo cual cumplimos con el cometido y hallamos al bicho en cuestión(casi sin esfuerzo). El punto fuerte de todo esto está ahí. -Y señale a la izquierda de Kowalski.
-¿Yo que hice?
-NO!, Vos no, idiota, a tu izquierda... -entre una acumulación de libros, sobre uno de los pupitres, se erigía una manifestación felina, de un total oscuro pelaje sombreado por la luz plata, se observaban orgullosos colmillos blanquecinos, bigotes largos, ojos verdosos fulgurantes por sus iris luminosos y actitud de fiero león. Ni lento, ni rápido, Jere siguió.
-¿Y este gato gordo?
-Es Watson, la mascota de Sharlod. -Bianca retrocedió unos pasos al percatarse de la presencia gatuna. -No le digas gordo, che.
-¿Se va a ofender acaso?
-Tiene sentimientos.
-Es solo un gato gordo y negro, ¡ni siquiera puede hablar...!
-¡¡¡Disculpate ahora!!!
-Estas loco, Tadeo, dejate de joder y...
-BASTA! Chicos, por favor, ¿podemos continuar con el tema de Sharlod? -Bianca estaba nerviosa.
-Okey, como decía el gato nos conduce a la siguiente pista: El día del rescate. En esa ocasión noté los múltiples desmayos de Sharlod, un aparente producto de la anemia... o eso pensé, cuando en realidad no era así.
-¿Cómo?¿y qué tenía? -ambos preguntaron al unísono casi.
-Narcolepsia.
-¿Narcoque?
-Es una enfermedad donde la persona tiene jornadas de sueño inmediatas involuntarias diurnas, no tiene cura aunque sí tratamiento. Es la causa por la cual Sharlod faltaba reiteradas veces al colegio, es la razón por la cual padecía un estado permanente de somnolencia y falta de atención haciéndola completamente vulnerable a todo tipo de situaciones. Es por este punto que TODO el colegio la vigilaba y controlaba, perfecto. Entonces solo me resta decir que Sharlod NUNCA salió del instituto, esa es mi certeza.
Expectantes, ambos recorrían mi rostro con miradas vagas, desafiantes, petulantes y solo luego de unos instantes, derrogaron en preguntar "¿dónde está Sharlod?". Nuevamente, Bianca friolenta, se rebatía la frazada cubriendo casi todo su semblante, al mismo momento que se quejaba.
-Tadeo, el aire no funciona, ¿con quién hay que hablar para que vengan a arreglarlo?
-Si lo hubieran arreglado estaríamos muy jodidos...
-¿Por qué? Nos morimos de frío, tarado.
-Bueno, y finalmente -dije algo inquieto- la prueba más factible de todas. El frío es la clave de esto.
-Cinco minutos, Arsen, quiero que recuerdes que soy un hombre de palabra. -Y diciendo esto, hizo un gesto con la mano muy particular que reconocí fácilmente, Kowalski tuvo ojos de empresario en ese momento, había que tener tacto para tratar con el rey de los idiotas.
En ello, un rumor proveniente de la puerta increpó en la charla, observábamos todos asombrados a quien no esperábamos, en eso saqué a relucir mis ideas. El semblante oscuro tras la puerta tomó forma de Lily, la reportera.
-Muy bien -dije- ahora que estamos reunidos verán como se resuelve esto en instantes. Lily, gracias por acudir a mi mensaje, te prometo una excelente nota para el diario. -Lily, acercándose a mí, se posó en uno de los pupitres con cara de pocos amigos, cruzo sus delicadas piernas contorneando la pollera a cuadros azul marina, de su morral sacó un anotador de dura tapa y girando su lapicera, graznó: "Más te vale que sea buena, Arsen..." e hizo su pausa indefinida, se saludó con el resto, yo proseguí. Empuje el escritorio hasta arrinconarlo a un extremo del aula, me paré sobre él, con voz enérgica y levantando las manos agregué:
-Damas y caballeros, con ustedes... Sharlod!!!
Destapando la rendija del ducto de aire, se divisó un delicado cuerpo pequeño sobre unas mantas acolchonadas, el público de pie se dirigió al encuentro y en ello la figura de Sharlod dormida apareció. La estupefacción duro escasos segundos, preguntas emergieron del éter, pero al abrir la boca no emitieron sonido, solo eran ojos de asombro...
Quizás, de admiración(sabemos que no, pero soñar es gratis). Decidir romper el silencio.
-Como sabrán, supongo que tienen varias preguntas del razonamiento genial que tengo, así que pueden preguntar de a uno por favor...
-Callate, Tadeo, ¿qué me importa? Sharlod apareció, a nadie le interesan los detalles.
-Siempre jodida vos, Bianca, hace un rato tenías miedo y ahora decís que note importa... "mujeres".
-Por eso mi padre se mató!!! -Kowalski se reía estrepitosamente luego de añadir eso, y es que con justa causa, era real la declaración del avaro niño.
-Basta, yo vine a trabajar acá, vos, Arsen, ¿cómo lo hiciste?
-Para, Lily, calmate un poco, te comento que un trato es un trato. -Le hice un gesto con la mano.
-Adelante, estoy segura que me voy a arrepentir.
-Perfecto, primero explico, luego arreglamos lo otro, es casi contado con los dedos las veces que tuve encuentros con esta "cosa que llaman genio", y es notorio que la mayoría(por no decir todas) fueron en el colegio, pero jamás me percate de algo insignificante, de esto mismo -entre la pila de cosas varias, saque una caja de herramientas, la expuse frente a la mesa.
-No entiendo. -Dijo Jere.
-Obvio que no, el aire acondicionado nunca funcionó y nunca se arreglaría porque fue saboteado a propósito, el día que comencé a pasar las horas aquí noté el salón con más cosas, cada vez más chucherías cuyos dueños no eran Bianca ni quien les habla, y en efecto, alguien aparte de nosotros lo seguía usando como almacén. El momento en que Sharlod apagó las llamas de mi hombro con la frazada fue cuando me avivé, ese artículo nunca lo vimos ni lo tuvimos en cuenta, la niña genio lo había sacado de uno de los muebles por ende sabía de su existencia y ubicación... ella estuvo aquí antes que Bianca y yo.
-Es verdad, -agregó Bianca- nunca vi esa frazada.
-¿Me estás diciendo que Sharlod trajo estas cosas?
-Elemental, mi querido Jeremías. -y diciendo esto acaricie al oscuro minino en la la barbilla, continué. -La razón es obvia, ella vive aquí, más preciso en el ducto de ventilación averiado, para una genio no es complicado desactivar un sistema simple como estos trastos, eso también explica porque estaba acá cuando la atacaron, y les digo un plus, ¿recuerdan esos rumores de fantasmas entre los pasillos? Bien, aquí tienen también la respuesta. -Entonces todos observaron a Sharlod como reproduciendo imágenes deambulantes del minúsculo semblante entre tinieblas lineales vestida con lo mínimo(claro, al menos yo lo dilucí así...).
-Interesante, muy interesante, entonces ¿es todo?
-Me gustaría decir que sí pero faltan detalles, Lily, aun quedaron cabos sueltos, Kowalski, sacame la duda, ¿por qué una niña viviría en un colegio con un gato negro?
-No sé, ¿es aprendiz de hechicera? -Jeremías se rió.
-Te pregunto algo más preciso, ¿desde cuando sabes que ella vive acá? -La sonrisa de Kowalski se convirtió a la brevedad en filosos ojos serios, redondeó su boca con las yemas de sus dedos, sus cejas arqueadas retomaron fuerza. Lily lo observaba sorprendida como si la hubiera traicionado la memoria.
-Tadeo Arsen, -una mirada furtiva clavada en mí colisionó- hay asuntos con un principio y un fin, este mismo terminó, lo hiciste dentro del tiempo establecido y por ello te felicito, siempre te gustó jugar entre las líneas del destino, realmente la vida te importa poco y te un consejo: "no seas un asunto con fin", ¿puede ser? Es delicioso ver como te las arreglas para zafar siempre, asegúrate de que esa suerte tuya perdure, con su permiso señoritas, me retiro a llamar al padre de Sharlod para darle las buenas nuevas. -Dicho esto, se dirigió a la puerta, no sin antes darle otras preguntas.
-El director, los Holmes y vos, esconden algo, ¿verdad?¿qué buscan con Sharlod?¿qué pasa con ella?
-Te dije que hasta acá llegamo', felicitaciones por el hallazgo...
La puerta se cerró, Bianca y Lily quedaron congeladas por el frío polar de esas palabras, entonces estaba todo dicho y hecho, sin embargo debía hacer algunas cosas más.
-Lily, esto útlimo, ¿ya sabes, no?
-Sí, Tadeo, okey, me lo guardo.
-Y sobre nuestro asunto pendiente, es hora de pagar...
Continuará.
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