lunes, 7 de diciembre de 2015

Fin de semana largo que nunca empezó

Lo primero que me vino a la mente cuando desperté en la estación de Ramos Mejía a la mañana fue: "¿Qué carajos hago acá?... Ah... claro, eso...", a ver, rebobinemos un poquito hasta la noche del 6 de diciembre a las 21:30 hs.

Desde el Mc del Obelo... pasando por encontrarme a mi grupete, ir hasta Plaza Miserere... reuniéndote con otros 20 mil pendejos en Ituzaíngo o Itazaingó... no se porque le dicen así... bueno para mí es Ituzaingó y se van todos a la concha de su madre jajaja. Luego caminar mil cuadras con tus amigachos y unos 20 mil pelotudos... llegar al lugar y que salga una vieja conchuda a decirte que "se canceló la joda", terminar en no se donde(San Martín creo que era) en la casa de un desconocido a gedear y tomarse la vida... romper todo, volverse loco, arrancarte una muela con los dedos desnudos... tragos raros y electrohouse de por medio... karaokear los Viejos Vinagres de Sumo y que todos canten la letra... levantarse un par de pendejas... todo el bardo postjoda... desayunar en Ramos... y dormirse en la estación. Al despertarme, el sol me tostaba el marulo, sentado en un banco miro a mi izquierda y observo a un oficial de gendarmería, me miró:

-Disculpe oficial, ¿qué estación es esta?
-Es Ramos Mejía, ¿para donde vas?
-¿Como Ramos Mejía?
-Sí, es Ramos esto, ¿estás perdido?

Espere unos segundos miré a mi alrededor y solo por unos segundos, por UNOS SEGUNDOS, tenía ganas de levantarme y salir corriendo... a un lugar cerca de ahí... recordé que ni siquiera sabía la dirección... ni siquiera sabía donde queda la facultad de Ramos... nada de nada. Respondí tristemente.

-Perdone señor oficial... voy para Liniers, vivo en Capital Federal.
-Bueno, estás del lado correcto del andén, el tren viene en unos minutos, que tengas buen día.
-Nos vemos, gracias.

Tenía un sabor amargo en la boca, me toque, sangre, revisé mi mochila, todo en si sitio, me fijé si me faltaba algo y nada, todo en su lugar... me fije el celular rápido, batería muerta... esto me hizo pensar tannnnto en tannnntas cosas, me angustié recordando cuando uno está tannn cerca... y está lejísimos en realidad. El viento me pegaba en la cara...

Me subí al tren y luego desperté en mi cama.

Nunca más voy a una joda en Ituzaingo...

PD: Una locura.

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