lunes, 21 de diciembre de 2015

Rumbo a la verdad

Si me hubieran dicho que intentar cambiar hubiera costado mucho, mucho, DEMASIADO, les diría que tenían completa razón. Hoy te das cuenta de tantas cosas, es ese punto de sencillez donde estas alejándote y te detenes para acomodarte las zapatillas, entonces cuando das un vistazo atrás, observas perfectamente el antes y el ahora, la diferencia es tan colosal que asusta. Te preguntas cosas como "¿por qué carajo dije eso?" o "¿por qué corno no paré el bardo cuando sabía la verdad?" o "¿por qué no mandé a la mierda a ciertas personas si sabía que me estaban cagando?", la verdad era única: El miedo.

Okey, admito que tenía miedo, miedo del rechazo general que ocasionaría el caos de elegir el camino correcto, sí, porque cuando todos se ponen en contra... o una de dos, o estas hiper equivocado y morís o estás hiper seguro y te reinventas.
Seamos sinceros, a lo hecho, pecho, todos podrían contar varías superversiones de una misma historia... pero aceptemos esto, YO CONOZCO TODA LA HISTORIA ANTES DE LA HISTORIA... cuando vos sabes la verdad... como buen samaritano, la ocultas y entregas tu fe al occiso ajeno esperanzado al cambio... pero... si me apego a la realidad, es muy fácil discernir resultados. No se puede llamar a alguien "yeta" porque sí... ese yeta, es la persona quizás más despierta que existe en ese instante porque un vocablo suyo bastaría para desatar el caos de dudas, de ideas, de mezcolanza de sentimientos, de principios y de modos. Aceptar la verdad es parte de madurar, y madurar es un lento, arqueoso, truculento y torturante proceso de mejora, veámoslo así.

Partiendo desde esta directiva como ejemplo, llamo a esa hermosa y espectacular línea: "Filtro parcial". Pero vamos... eso no es lo que nos importa, no, no, no, no... lo que realmente importa es... el famoso resultado a futuro, acá es donde soy muy bueno. No tener piedad no es ser malo, es ser simplemente "justo". Las circunstancias nos derivan horriblemente a serlo, a tomar parte del todo, a ser el centro del último en pie, en dar ese frondoso y estimulante tiro de gracia, no por maldad, no por venganza, ni por revancha, sino porque así fue escrito en la palma de aquellos que cargan con su ideal de consecuencia y es como su propia directiva, su lema más sagrado, su propia biblia misantró-filantrópica que recurre preferentemente a la combinación más perfecta en una balanza de cristal que llamo alma. Con esto, el mundo puede dormir en paz.

No existe persona que haya hecho el mal y viva tranquila, así como no hay persona que haya hecho el bien y no haya recibido su recompensa... cosechas lo que siembras, y tarde o temprano... te pasan la cuenta... adversa e independientemente del pensamiento comuno-general es corta la idea: A todos nos pasan la cuenta, tarde o temprano. Es fija.

Todo este gran monólogo contenido en tan solo 25 segundos que me tomó realizar la comparación, la mente es de las armas más poderosas que conozco en este mundo... y resulta que ni los humanos lo inventaron, ya nos dan uno como regalo... mataría usarlo antes, ¿verdad?
Y luego, en mi cabilaje reflexivo, sonrío mientras giro al frente avanzando paso por paso con una sonrisa no menos más que psicótica, tirando la llave de la puerta del pasado muy muy lejos, intentando que alguien... algún pobre diablo imprevisto la encontrara para abrir la puerta al caos más organizado y autodestructivo que yo tuve el "placer" de probar en carne propia... para solo terminar dándose cuenta de una sola cosa en esta increíble vida: "Nadie es especial, somos tan reemplazables como cualquier ser vivo, podríamos valer lo mismo que un potus o un cuis, inclusive seríamos agraciados si nos comparan con un perro medianamente bonito, pero seremos un lamentable instrumento en las manos más viles y egoístas que podamos imaginar... porque lo que importa para ese tipo de personas... es no morir."

Pues bien, todo vuelve, eso dicen. Yo prefiero pensar en observar y seguir, pensar en el "soberbio es aquel que tiene razón únicamente en las consecuencias negativas" ya no garpa mucho, sería conveniente el "soberbio es pensar que no dirás absolutamente nada para que otros sientan la desdicha de la carne ajena en su propia carne", parte de la vida, mitad experiencia, mitad experimentar...

Tarde o temprano, todos caemos... y cuando eso sucede, es el mejor momento para preguntarse cosas importantes... importantes de verdad.

¿Dónde se encuentra la verdad detrás de lo aparentemente "perfecto"? Huelo a tierra quemada, a gotas de agua... una tormenta se avecina... y nadie está en posición de negarla. Absolutamente nadie, ni yo.

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