Estas dos últimas semanas, viviendo(técnicamente es real) en el puesto 1 del banco, me hizo sentir... cómo se dice? descolocado de espacio y tiempo, ese pequeño reducto, ese cubículo de oscuridad, esas paredes mermadas por gruesos pléxiglas, repercutieron en mí la azarosa tétrica idea de enfrentarme a mi mismo, y es que ni en mi propia soledad lo venía haciendo, tuvo que tocarme esta oportunidad(la llamo así porque otra palabra no hay) de enfrentarme a un nuevo ser, una persona diferente a mí, lentamente las fuerzas antagonistas de la lucha interna, producen siempre un ganador y un perdedor, más o menos radical al anterior y así...
Hoy puedo decir que las cadenas no existen... y el todo, es nada.
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